MÚNICH – Las consecuencias de la intervención rusa en Siria van mucho más allá de Medio Oriente. La campaña militar del Kremlin rompió el equilibrio de fuerzas, tornándolo favorable al gobierno, y desencarriló los intentos de diseñar un acuerdo político que ponga fin a la guerra. Además, preanuncia una nueva era geopolítica de intervenciones militares que no serán obra de coaliciones occidentales sino de países que actuarán movidos por el interés propio, a menudo en contravención del derecho internacional.
MÚNICH – Las consecuencias de la intervención rusa en Siria van mucho más allá de Medio Oriente. La campaña militar del Kremlin rompió el equilibrio de fuerzas, tornándolo favorable al gobierno, y desencarriló los intentos de diseñar un acuerdo político que ponga fin a la guerra. Además, preanuncia una nueva era geopolítica de intervenciones militares que no serán obra de coaliciones occidentales sino de países que actuarán movidos por el interés propio, a menudo en contravención del derecho internacional.