BERKELEY – A fines de los años setenta, la economía estadounidense parecía estar en medio de graves problemas. Años de inflación habían provocado un profundo malestar; el crecimiento de la productividad había disminuido del 2% anual posterior a la Segunda Guerra Mundial a casi cero; y Estados Unidos parecía cada vez más incapaz de hacer frente a perturbaciones geopolíticas y geoeconómicas. Frente a estos problemas, se proponían soluciones que podían separarse en dos categorías: neoliberalismo y política industrial activa. Ganaron los neoliberales.
BERKELEY – A fines de los años setenta, la economía estadounidense parecía estar en medio de graves problemas. Años de inflación habían provocado un profundo malestar; el crecimiento de la productividad había disminuido del 2% anual posterior a la Segunda Guerra Mundial a casi cero; y Estados Unidos parecía cada vez más incapaz de hacer frente a perturbaciones geopolíticas y geoeconómicas. Frente a estos problemas, se proponían soluciones que podían separarse en dos categorías: neoliberalismo y política industrial activa. Ganaron los neoliberales.