Nueva Delhi – El 1 de junio, la Premier League de India (IPL) alcanzó un clímax atronador con una final de un suspenso dramático, que presenciaron 60.000 fanáticos alborozados en un nuevo estadio y vieron aproximadamente 300 millones de televidentes en todo el mundo. Mientras las porristas bailaban y sacudían sus pompones de colores brillantes, y deportistas estrella de todo el mundo, enfundados en los atuendos multicolores de sus equipos, esperaban ansiosos una paga diaria de 2,5 millones de dólares, las entradas en el mercado negro cambiaban de mano por cifras que llegaban a los 2.500 dólares.
Nueva Delhi – El 1 de junio, la Premier League de India (IPL) alcanzó un clímax atronador con una final de un suspenso dramático, que presenciaron 60.000 fanáticos alborozados en un nuevo estadio y vieron aproximadamente 300 millones de televidentes en todo el mundo. Mientras las porristas bailaban y sacudían sus pompones de colores brillantes, y deportistas estrella de todo el mundo, enfundados en los atuendos multicolores de sus equipos, esperaban ansiosos una paga diaria de 2,5 millones de dólares, las entradas en el mercado negro cambiaban de mano por cifras que llegaban a los 2.500 dólares.