CHICAGO – El mundo necesita un Fondo Monetario Internacional efectivo. Los países se han endeudado enormemente luego de la pandemia del COVID-19 y el riesgo de nuevos shocks aumenta en tanto el mundo se recalienta y surgen nuevos agentes patógenos. El proteccionismo (a veces encubierto por intereses de seguridad) está en aumento, obstaculizando las vías tradicionales de desarrollo. En tanto las economías se tambalean, nadie quiere absorber a las personas desesperadas que se enfrentan a selvas tupidas o se suben a embarcaciones desvencijadas y abarrotadas en busca de medios de vida dignos.
CHICAGO – El mundo necesita un Fondo Monetario Internacional efectivo. Los países se han endeudado enormemente luego de la pandemia del COVID-19 y el riesgo de nuevos shocks aumenta en tanto el mundo se recalienta y surgen nuevos agentes patógenos. El proteccionismo (a veces encubierto por intereses de seguridad) está en aumento, obstaculizando las vías tradicionales de desarrollo. En tanto las economías se tambalean, nadie quiere absorber a las personas desesperadas que se enfrentan a selvas tupidas o se suben a embarcaciones desvencijadas y abarrotadas en busca de medios de vida dignos.