EUGENE/BRASILIA/HEIDELBERG – Cuando en enero de 2019 el expresidente brasileño Jair Bolsonaro llegó al poder, uno de sus primeros actos de gobierno fue abolir el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), un organismo que había reducido en forma significativa la inseguridad alimentaria y cosechó elogios de todo el mundo. Fue un enorme retroceso para el país, al que en 2014 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) había quitado de su «mapa del hambre».
EUGENE/BRASILIA/HEIDELBERG – Cuando en enero de 2019 el expresidente brasileño Jair Bolsonaro llegó al poder, uno de sus primeros actos de gobierno fue abolir el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), un organismo que había reducido en forma significativa la inseguridad alimentaria y cosechó elogios de todo el mundo. Fue un enorme retroceso para el país, al que en 2014 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) había quitado de su «mapa del hambre».