Los deficientes pulmones de Europa

La enfermedad respiratoria es la más mortífera del mundo y va en aumento. Según la Organización Mundial de la Salud, 9,4 millones de los 50,5 millones de defunciones registradas en 1990 se debieron a las enfermedades respiratorias. En 2020, de los 68 millones de defunciones 11,9 millones se deberán a la enfermedad obstructiva pulmonar, la neumonía, el cáncer de pulmón o la tuberculosis.

Los resultados de Europa no son mucho mejores que los del resto del mundo. Las enfermedades respiratorias ocupan el segundo lugar (después de las cardiovasculares) en cuanto a mortalidad, incidencia, prevalencia y costos. En algunos países, como, por ejemplo, el Reino Unido, son ya la principal causa de muerte.

El Libro Blanco europeo sobre las enfermedades pulmonares , publicado en 2003 por la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias y la Fundación Europea de Enfermedades Pulmonares, presenta datos epidemiológicos correspondientes a toda la gama de enfermedades pulmonares recogidos por primera vez por todos los países europeos. Aporta un panorama detallado de la evolución de las enfermedades pulmonares en Europa, incluidos los datos sobre morbilidad, mortalidad y costos.

Hemos aprendido mucho con el Libro Blanco . Por ejemplo, las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón correspondientes a los hombres disminuyeron ligeramente entre 1960 y 1989 en algunos países europeos occidentales, como Noruega y Suiza, pero sigue aumentando en el caso de las mujeres en casi todos los países europeos. La prevalencia de la enfermedad obstructiva pulmonar, diagnosticada principalmente en fumadores y ex fumadores, oscila entre 2.000 por 100,000 habitantes y más de 10.000, con tasas de mortalidad que varían entre 25 y 75 por 100.000 habitantes.

Las enfermedades pulmonares no están relacionadas sólo con el tabaco. Las influencias genéticas, junto con factores nutricionales, medioambientales y relacionados con la pobreza desempeñan papeles decisivos al respecto, pero se prevé que la enfermedad obstructiva pulmonar aumente como causa de fallecimiento, junto con el cáncer de pulmón y la tuberculosis.

Los datos epidemiológicos correspondientes a la tuberculosis son los más completos, gracias a un sistema de vigilancia implantado en todos los países europeos. Mientras que las tasas de incidencia y mortalidad en la Europa central y occidental son estables o están reduciéndose, en la Europa oriental han aumentado durante el último decenio por el deterioro de los sistemas de salud.

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La neumonía seguirá siendo un causa importante de muerte en Europa: su incidencia actual oscila entre 250 y más de 1.000 por 100.000 y la mortalidad entre 15 y 45 por 100.000. El asma ha ido en aumento cada vez más en los últimos decenios, pues afecta a entre el dos y el 20 por ciento de los niños de Europa y entre el cinco y el 10 por ciento de adultos en la Europa occidental, Las tasas de mortalidad notificadas varían en gran medida y la mayor es la de más de ocho por 100.000, correspondiente a Portugal.

Los datos correspondientes a otras enfermedades respiratorias son escasos. La incidencia y la prevalencia de las enfermedades intersticiales de los pulmones varían considerablemente. La prevalencia de enfermedades relacionadas con el sueño, sobre las que sólo hay datos de algunos países europeos occidentales, es inferior a 1.000 por 100.000 habitantes en Francia, pero más de 5.000 por 100.000 en Suecia. Los datos disponibles sobre la incidencia de fibrosis cística, la más importante enfermedad pulmonar hereditaria, indican que oscila entre cinco y diez por 100.000.

¿Donde causan más fallecimientos las enfermedades respiratorias? Según los datos recogidos en el Libro Blanco , la tasa más alta de mortalidad por 100.000 habitantes ÿ por grupos de edad corresponde a Kirguistán, con 165, y la más baja a Austria (30). La media europea es 65, mientras que la media de la Unión Europea es 57. Irlanda y el Reino Unido padecen algunas de las tasas más altas -120 y 105, respectivamente-, mientras que otros países europeos occidentales y la mayoría de los países de la Europa central permanecen por debajo de la media.

A medida que aumente la incidencia de las enfermedades pulmonares, aumentarán sus costos. La carga financiera anual total de las enfermedades respiratorias en Europa representa, actualmente, unos 100.000 millones de euros, de los cuales casi la mitad corresponden a la enfermedad obstructiva pulmonar, seguida del asma, la neumonía, el cáncer de pulmón y la tuberculosis.

La asistencia a pacientes internados, cuyos costos representan 17.800 millones de euros al año, es tan sólo la punta del iceberg. Resulta sorprendente que el número anual de días de hospitalización sea mayor en la Europa occidental que en la Europa central y oriental (11,1 frente a 7,2 por 100.000 habitantes), mientras que los costos diarios de hospitalización por término medio en la Europa occidental son casi diez veces mayores (310 euros frente a 32 euros). Otros costos son la asistencia ambulatoria (9.200 millones de euros), el suministro de medicamentos (6.700 millones de euros) y la mortalidad y la rehabilitación (20.000 millones de euros).

El costo mayor, calculado en unos 48.300 millones de euros, es indirecto: la productividad perdida. El número total de jornadas laborales perdidas por las enfermedades respiratorias fue 66,2 por 100.000 habitantes en la Europa occidental: más de cuatro veces mayor que la tasa de 15,4 correspondiente a Europa central y oriental. Con las jornadas laborales ocurre lo mismo que con las hospitalizaciones: la mayor productividad en la Europa occidental agrava el costo.

Como las enfermedades pulmonares son tan importantes, se deben reforzar las medidas preventivas, la detección precoz y el tratamiento. Para ello, harán falta no sólo mejoras en la asistencia directa a los pacientes, sino también en la investigación básica y clínica y en la enseñanza y la formación.

En Europa hay enormes diferencias en el número de especialistas en medicina del aparato respiratorio, como también en el de investigadores en el nivel universitario. El número de especialistas en aparato respiratorio por 100.000 habitantes es sólo 0,8 en el Reino Unido, pero 10,4 en Grecia, con una media europea de 3,2. Lo mismo se puede decir de las enfermedades respiratorias en el nivel universitario, en el que la media europea es 0,06 por 100.000 habitantes, pero varía de 0,04 por 100.000 en Polonia, Rusia, Rumania, Austria, Alemania y el Reino Unido a 0,08 por 100.000 en Noruega, Finlandia e Irlanda.

Dada la escala de sus costos humanos y económicos, la gestión de las enfermedades pulmonares debe pasar a ser una prioridad importante para todos los países europeos en el siglo XXI.

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