PARIS – Hace diez o veinte años, la pregunta existencial que debía enfrentar la Unión Europea era si seguía teniendo sentido su existencia en un mundo globalizado. La pregunta actual es si la UE puede responder bien a los embates importantes procedentes del exterior.
PARIS – Hace diez o veinte años, la pregunta existencial que debía enfrentar la Unión Europea era si seguía teniendo sentido su existencia en un mundo globalizado. La pregunta actual es si la UE puede responder bien a los embates importantes procedentes del exterior.