MÚNICH – Cuando la recuperación económica empieza por fin a afianzarse en Europa, el imperativo para las autoridades es el de velar por que el crecimiento se mantenga durante mucho tiempo futuro. Los estímulos fiscal y monetario pueden haber sido apropiados en el punto máximo de la crisis, pero poco servirán para abordar la mayor amenaza a las perspectivas a largo plazo del continente: la constituida por una demografía débil y una inversión escasa.
MÚNICH – Cuando la recuperación económica empieza por fin a afianzarse en Europa, el imperativo para las autoridades es el de velar por que el crecimiento se mantenga durante mucho tiempo futuro. Los estímulos fiscal y monetario pueden haber sido apropiados en el punto máximo de la crisis, pero poco servirán para abordar la mayor amenaza a las perspectivas a largo plazo del continente: la constituida por una demografía débil y una inversión escasa.