MUNICH – El envejecimiento de nuestras sociedades es una de las mayores historias de éxito del siglo XX. Se han sumado más de tres décadas a las vidas de cientos de millones de personas en los últimos cien años. Es un logro que merece ser celebrado, pero también debemos tener en cuenta que de la mano de una mayor longevidad vienen importantes consecuencias económicas a largo plazo -y que muchas sociedades están envejeciendo a una velocidad récord.
El año pasado, la OCDE advirtió que el mundo estaba envejeciendo a un ritmo sin precedentes y que esto podría ayudar a desacelerar el crecimiento económico global de un promedio anual de 3,6% esta década a aproximadamente 2,4% de 2050 a 2060. Los países de la OCDE en particular se verán afectados por un doble cimbronazo demográfico. No sólo sus sociedades envejecerán rápidamente; las menguantes brechas de ingresos entre los países ricos y las economías emergentes probablemente desaceleren los flujos inmigratorios, reduciendo la fuerza laboral en un 20% en la eurozona y en un 15% en Estados Unidos.
Los investigadores demográficos dividen los países en cuatro categorías, según el porcentaje de la población de más de 65 años: jóvenes (menos del 7% de la población tiene 65 años o más), en proceso de envejecimiento (7-13%), envejecidos (14-20%) y súper envejecidos (más del 21%). Hoy, sólo tres países -Alemania (21%), Italia (22%) y Japón (26%)- califican como sociedades súper envejecidas. En los próximos cinco años, se espera que se les sumen Bulgaria, Finlandia, Grecia y Portugal. En los próximos diez años, Europa seguirá envejeciendo, y se espera que otros 17 países, entre ellos Austria, Francia, Suecia y el Reino Unido, ingresen a la categoría de súper envejecidos, junto con Canadá, Cuba y Corea del Sur.
Durante este período, será principalmente el mundo desarrollado el que enfrentará los desafíos del rápido envejecimiento de la sociedad. Pero, para 2040, unos 55 países estarán lidiando con una población más vieja, en tanto Estados Unidos, China, Singapur, Tailandia y Puerto Rico se sumarán a las filas de los súper envejecidos.
Lo que hace que el fenómeno sea aún más remarcable es la velocidad a la cual están ocurriendo estas transiciones. Cuando Francia pasó de ser un país joven a un país en proceso de envejecimiento en 1850, la esclavitud todavía era legal en Estados Unidos, la bombilla eléctrica todavía no había sido inventada y Alemania aún tenía que convertirse en un país unificado. Pasaron otros 130 años hasta que el país se volvió una sociedad envejecida en 1980. Y se espera que Francia se vuelva una sociedad súper envejecida en 2023.
Durante muchos años, se consideraba que Japón tenía la población de más rápido envejecimiento de la tierra. Pasó de tener la población más joven entre los países del G-7 a comienzos de los años 1960 a ser el país más viejo del mundo en 2008. Pero si las proyecciones actuales resultan válidas, varios países lograrán una transformación similar diez años más rápido.
Por cierto, hoy el país que más rápido envejece en el mundo es Corea del Sur, que se convirtió en una sociedad en proceso de envejecimiento en 1999, supuestamente se volverá un país envejecido en 2017 y ya habrá ingresado en la categoría de país súper envejecido en 2027. En otras palabras, Corea del Sur sobrellevará en menos de tres décadas una transformación que a Francia le habrá llevado casi 175 años. Y si bien Corea del Sur puede estar volviéndose vieja al ritmo más acelerado, va a la cabeza de un grupo bien apretado de países que incluyen a Bangladesh, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Irán, todavía categorizado como joven, es otro contendiente por el título de país que envejece más rápido. El envejecimiento es una consecuencia de las crecientes expectativas de vida y de la caída de las tasas de fertilidad. La velocidad de la caída de las tasas de fertilidad ha sido dramática en todo el mundo; en Irán, cuando menos fue sorprendente, al caer de siete hijos por cada mujer en 1984 a 1,9 en 2006. Esto, sin duda, tendrá consecuencias a largo plazo a medida que decaiga la población en edad de trabajar y crezca la población de edad avanzada. Se espera que Irán se mantenga joven hasta después de 2020, pero luego podría convertirse en súper envejecido, menos de 30 años después.
Sin embargo, más allá de cual sea el impacto económico adverso del envejecimiento, es importante considerar la alternativa. Países como Sierra Leona, Lesoto, la República Centroafricana y Zimbabue tienen las expectativas de vida más bajas del planeta. Enfrentan muchos desafíos -hambruna, corrupción, conflicto, falta de acceso a agua potable y educación, sida y ébola-, pero el rápido envejecimiento de la sociedad no es uno de ellos. Una población que envejece rápidamente puede ser un problema, pero, en términos generales, es un problema bastante bueno para tener.
MUNICH – El envejecimiento de nuestras sociedades es una de las mayores historias de éxito del siglo XX. Se han sumado más de tres décadas a las vidas de cientos de millones de personas en los últimos cien años. Es un logro que merece ser celebrado, pero también debemos tener en cuenta que de la mano de una mayor longevidad vienen importantes consecuencias económicas a largo plazo -y que muchas sociedades están envejeciendo a una velocidad récord.
El año pasado, la OCDE advirtió que el mundo estaba envejeciendo a un ritmo sin precedentes y que esto podría ayudar a desacelerar el crecimiento económico global de un promedio anual de 3,6% esta década a aproximadamente 2,4% de 2050 a 2060. Los países de la OCDE en particular se verán afectados por un doble cimbronazo demográfico. No sólo sus sociedades envejecerán rápidamente; las menguantes brechas de ingresos entre los países ricos y las economías emergentes probablemente desaceleren los flujos inmigratorios, reduciendo la fuerza laboral en un 20% en la eurozona y en un 15% en Estados Unidos.
Los investigadores demográficos dividen los países en cuatro categorías, según el porcentaje de la población de más de 65 años: jóvenes (menos del 7% de la población tiene 65 años o más), en proceso de envejecimiento (7-13%), envejecidos (14-20%) y súper envejecidos (más del 21%). Hoy, sólo tres países -Alemania (21%), Italia (22%) y Japón (26%)- califican como sociedades súper envejecidas. En los próximos cinco años, se espera que se les sumen Bulgaria, Finlandia, Grecia y Portugal. En los próximos diez años, Europa seguirá envejeciendo, y se espera que otros 17 países, entre ellos Austria, Francia, Suecia y el Reino Unido, ingresen a la categoría de súper envejecidos, junto con Canadá, Cuba y Corea del Sur.
Durante este período, será principalmente el mundo desarrollado el que enfrentará los desafíos del rápido envejecimiento de la sociedad. Pero, para 2040, unos 55 países estarán lidiando con una población más vieja, en tanto Estados Unidos, China, Singapur, Tailandia y Puerto Rico se sumarán a las filas de los súper envejecidos.
Lo que hace que el fenómeno sea aún más remarcable es la velocidad a la cual están ocurriendo estas transiciones. Cuando Francia pasó de ser un país joven a un país en proceso de envejecimiento en 1850, la esclavitud todavía era legal en Estados Unidos, la bombilla eléctrica todavía no había sido inventada y Alemania aún tenía que convertirse en un país unificado. Pasaron otros 130 años hasta que el país se volvió una sociedad envejecida en 1980. Y se espera que Francia se vuelva una sociedad súper envejecida en 2023.
Durante muchos años, se consideraba que Japón tenía la población de más rápido envejecimiento de la tierra. Pasó de tener la población más joven entre los países del G-7 a comienzos de los años 1960 a ser el país más viejo del mundo en 2008. Pero si las proyecciones actuales resultan válidas, varios países lograrán una transformación similar diez años más rápido.
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Por cierto, hoy el país que más rápido envejece en el mundo es Corea del Sur, que se convirtió en una sociedad en proceso de envejecimiento en 1999, supuestamente se volverá un país envejecido en 2017 y ya habrá ingresado en la categoría de país súper envejecido en 2027. En otras palabras, Corea del Sur sobrellevará en menos de tres décadas una transformación que a Francia le habrá llevado casi 175 años. Y si bien Corea del Sur puede estar volviéndose vieja al ritmo más acelerado, va a la cabeza de un grupo bien apretado de países que incluyen a Bangladesh, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Irán, todavía categorizado como joven, es otro contendiente por el título de país que envejece más rápido. El envejecimiento es una consecuencia de las crecientes expectativas de vida y de la caída de las tasas de fertilidad. La velocidad de la caída de las tasas de fertilidad ha sido dramática en todo el mundo; en Irán, cuando menos fue sorprendente, al caer de siete hijos por cada mujer en 1984 a 1,9 en 2006. Esto, sin duda, tendrá consecuencias a largo plazo a medida que decaiga la población en edad de trabajar y crezca la población de edad avanzada. Se espera que Irán se mantenga joven hasta después de 2020, pero luego podría convertirse en súper envejecido, menos de 30 años después.
Sin embargo, más allá de cual sea el impacto económico adverso del envejecimiento, es importante considerar la alternativa. Países como Sierra Leona, Lesoto, la República Centroafricana y Zimbabue tienen las expectativas de vida más bajas del planeta. Enfrentan muchos desafíos -hambruna, corrupción, conflicto, falta de acceso a agua potable y educación, sida y ébola-, pero el rápido envejecimiento de la sociedad no es uno de ellos. Una población que envejece rápidamente puede ser un problema, pero, en términos generales, es un problema bastante bueno para tener.