Sin excepciones, el crecimiento de la población en los países ricos ha disminuido hasta casi detenerse. Las tasas de fertilidad promedio en Europa y América del Norte, por ejemplo, han caido hasta 1.5 a 3 nacimientos por mujer. En contraste, en los países más pobres, como Somalia, Yemen y Uganda, son mucho más altas, y llegan a más de siete nacimientos por mujer. ¿Acaso deben los países producir menos niños si quieren acumular más riqueza?
Sin excepciones, el crecimiento de la población en los países ricos ha disminuido hasta casi detenerse. Las tasas de fertilidad promedio en Europa y América del Norte, por ejemplo, han caido hasta 1.5 a 3 nacimientos por mujer. En contraste, en los países más pobres, como Somalia, Yemen y Uganda, son mucho más altas, y llegan a más de siete nacimientos por mujer. ¿Acaso deben los países producir menos niños si quieren acumular más riqueza?