ÁMSTERDAM – Una excelente historia para la verificación de datos es el cuento de la rana hervida. En lugar de ser arrojada directamente al agua hirviendo –de la cual habría saltado al instante-, la rana es deslizada con cuidado en una cacerola con agua confortablemente tibia y luego se aumenta el calor. Para cuando la rana se da cuenta de que el agua se puso demasiado caliente, ya es demasiado tarde, y termina hervida viva. El periodismo independiente ahora puede estar enfrentando un escenario similar.
ÁMSTERDAM – Una excelente historia para la verificación de datos es el cuento de la rana hervida. En lugar de ser arrojada directamente al agua hirviendo –de la cual habría saltado al instante-, la rana es deslizada con cuidado en una cacerola con agua confortablemente tibia y luego se aumenta el calor. Para cuando la rana se da cuenta de que el agua se puso demasiado caliente, ya es demasiado tarde, y termina hervida viva. El periodismo independiente ahora puede estar enfrentando un escenario similar.