NUEVA YORK – La sacudida que le está pegando el COVID-19 a la economía global ha sido más rápida y más severa que la crisis financiera global (CFG) de 2008 y hasta la Gran Depresión. En esos dos episodios anteriores, los mercados bursátiles colapsaron el 50% o más, los mercados de crédito se congelaron, hubo quiebras gigantescas, las tasas de desempleo se dispararon por encima del 10% y el PIB se contrajo a una tasa anualizada del 10% o más. Pero todo esto transcurrió en un lapso de alrededor de tres años. En la crisis actual, desenlaces macroeconómicos y financieros igual de sombríos se han materializado en tres semanas.
NUEVA YORK – La sacudida que le está pegando el COVID-19 a la economía global ha sido más rápida y más severa que la crisis financiera global (CFG) de 2008 y hasta la Gran Depresión. En esos dos episodios anteriores, los mercados bursátiles colapsaron el 50% o más, los mercados de crédito se congelaron, hubo quiebras gigantescas, las tasas de desempleo se dispararon por encima del 10% y el PIB se contrajo a una tasa anualizada del 10% o más. Pero todo esto transcurrió en un lapso de alrededor de tres años. En la crisis actual, desenlaces macroeconómicos y financieros igual de sombríos se han materializado en tres semanas.