NEW HAVEN – La perspectiva de una debacle económica en China ha estado generado temblores en los mercados financieros a comienzos de 2016, pero son miedos exagerados. Si bien no se deben tomar a la ligera las turbulencias en los mercados bursátiles y monetarios chinos, el país sigue haciendo avances alentadores en la senda de los ajustes estructurales a su economía real. El último término, ha de resolverse esta disparidad entre las medidas de reequilibrio económico y los contratiempos en las reformas financieras, ya que China está entrando en una fase crítica de su transición a un nuevo modelo de crecimiento. Sin embargo, la situación no presagia una crisis inminente.
NEW HAVEN – La perspectiva de una debacle económica en China ha estado generado temblores en los mercados financieros a comienzos de 2016, pero son miedos exagerados. Si bien no se deben tomar a la ligera las turbulencias en los mercados bursátiles y monetarios chinos, el país sigue haciendo avances alentadores en la senda de los ajustes estructurales a su economía real. El último término, ha de resolverse esta disparidad entre las medidas de reequilibrio económico y los contratiempos en las reformas financieras, ya que China está entrando en una fase crítica de su transición a un nuevo modelo de crecimiento. Sin embargo, la situación no presagia una crisis inminente.