PARÍS – Hace 20 años los responsables de los bancos centrales estaban orgullosos de su conservadurismo y mentalidad cerrada; para ellos era una virtud preocuparse más por la inflación que por el ciudadano promedio, y se esforzaban al máximo por ser obsesivamente repetitivos. Como dijo el futuro gobernador del Banco de Inglaterra (BOE) Mervyn King en 2000, su ambición era ser aburridos.
PARÍS – Hace 20 años los responsables de los bancos centrales estaban orgullosos de su conservadurismo y mentalidad cerrada; para ellos era una virtud preocuparse más por la inflación que por el ciudadano promedio, y se esforzaban al máximo por ser obsesivamente repetitivos. Como dijo el futuro gobernador del Banco de Inglaterra (BOE) Mervyn King en 2000, su ambición era ser aburridos.