OXFORD – Ahora que la primera ministra británica, Theresa May, ha pospuesto, frente a cierta derrota, la votación del Parlamento sobre el acuerdo que cerró con la Unión Europea el mes pasado sobre la salida del Reino Unido del bloque, el argumento a favor de una “votación popular” –un segundo referendo sobre el Brexit- está ganando terreno. Ahora bien, ¿un referendo es realmente el mecanismo correcto para resolver cuestiones políticas que los representantes electos del pueblo no pueden resolver o no van a resolver?
OXFORD – Ahora que la primera ministra británica, Theresa May, ha pospuesto, frente a cierta derrota, la votación del Parlamento sobre el acuerdo que cerró con la Unión Europea el mes pasado sobre la salida del Reino Unido del bloque, el argumento a favor de una “votación popular” –un segundo referendo sobre el Brexit- está ganando terreno. Ahora bien, ¿un referendo es realmente el mecanismo correcto para resolver cuestiones políticas que los representantes electos del pueblo no pueden resolver o no van a resolver?