WASHINGTON, DC – La cuestión singular del Brexit ha consumido al Reino Unido durante dos años y medio. El “si”, “cómo” y “cuándo” del retiro del país de la Unión Europea, después de décadas de pertenencia, ha dominado, entendiblemente, la cobertura noticiosa, y ha desplazado cualquier otro debate político. Por ejemplo, algo que se perdió en la confusión ha sido una discusión seria sobre cómo el Reino Unido debería impulsar la productividad y la competitividad en un momento de fluidez económica y financiera global.
WASHINGTON, DC – La cuestión singular del Brexit ha consumido al Reino Unido durante dos años y medio. El “si”, “cómo” y “cuándo” del retiro del país de la Unión Europea, después de décadas de pertenencia, ha dominado, entendiblemente, la cobertura noticiosa, y ha desplazado cualquier otro debate político. Por ejemplo, algo que se perdió en la confusión ha sido una discusión seria sobre cómo el Reino Unido debería impulsar la productividad y la competitividad en un momento de fluidez económica y financiera global.