NEWPORT BEACH – La opinión generalizada sobre las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos es sólo parcialmente correcta. Sí, las cuestiones económicas jugarán un papel importante a la hora de determinar el resultado. Pero el próximo paso en el argumento -que el ganador de una contienda cada vez más desagradable tendrá el lujo de implementar políticas sustancialmente diferentes de las de su oponente- es mucho más incierto.
NEWPORT BEACH – La opinión generalizada sobre las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos es sólo parcialmente correcta. Sí, las cuestiones económicas jugarán un papel importante a la hora de determinar el resultado. Pero el próximo paso en el argumento -que el ganador de una contienda cada vez más desagradable tendrá el lujo de implementar políticas sustancialmente diferentes de las de su oponente- es mucho más incierto.