NEW YORK – La campaña presidencial en curso en Estados Unidos se destaca por su falta de civilidad y por las grandes diferencias entre los candidatos: el empresario anti-establishment Donald Trump del lado republicano y la política refinada Hillary Clinton en representación de los demócratas. La contienda ha expuesto las profundas grietas dentro de la sociedad estadounidense y ha afectado la reputación global del país. No sorprende, entonces, que una de las pocas cosas en las que los norteamericanos parecen coincidir es que la campaña se ha extendido demasiado tiempo. Pero pronto habrá terminado. La pregunta es: ¿qué viene después?
NEW YORK – La campaña presidencial en curso en Estados Unidos se destaca por su falta de civilidad y por las grandes diferencias entre los candidatos: el empresario anti-establishment Donald Trump del lado republicano y la política refinada Hillary Clinton en representación de los demócratas. La contienda ha expuesto las profundas grietas dentro de la sociedad estadounidense y ha afectado la reputación global del país. No sorprende, entonces, que una de las pocas cosas en las que los norteamericanos parecen coincidir es que la campaña se ha extendido demasiado tiempo. Pero pronto habrá terminado. La pregunta es: ¿qué viene después?