NUEVA YORK – Después de la gran recesión los países se han quedado con déficits sin precedentes en tiempos de paz y con preocupaciones crecientes por sus deudas nacionales que van en aumento. En muchos países lo anterior está conduciendo a una nueva ronda de austeridad –políticas que con seguridad producirán una economía nacional y global menos dinámica y una desaceleración sustancial en el ritmo de la recuperación. Aquéllos que esperan que los déficits se reduzcan significativamente estarán profundamente decepcionados porque la desaceleración económica presionará a la baja los ingresos fiscales y aumentará las demandas de seguro de desempleo y otros beneficios sociales.
NUEVA YORK – Después de la gran recesión los países se han quedado con déficits sin precedentes en tiempos de paz y con preocupaciones crecientes por sus deudas nacionales que van en aumento. En muchos países lo anterior está conduciendo a una nueva ronda de austeridad –políticas que con seguridad producirán una economía nacional y global menos dinámica y una desaceleración sustancial en el ritmo de la recuperación. Aquéllos que esperan que los déficits se reduzcan significativamente estarán profundamente decepcionados porque la desaceleración económica presionará a la baja los ingresos fiscales y aumentará las demandas de seguro de desempleo y otros beneficios sociales.