PARÍS – A medida que la inteligencia artificial reconfigura las economías y las sociedades, los líderes empresariales deben plantearse cómo van a colaborar con los responsables de las políticas para regular el desarrollo de esta tecnología. En la Unión Europea, la Ley de IA, recientemente adoptada, les exige a las empresas que tomen medidas de precaución en función de los riesgos asociados con los distintos casos de uso. De esta manera, el uso de la IA para la “puntuación social” se considera “inaceptable”, mientras que los filtros de correo electrónico mejorados con IA conllevan un “riesgo mínimo”.
PARÍS – A medida que la inteligencia artificial reconfigura las economías y las sociedades, los líderes empresariales deben plantearse cómo van a colaborar con los responsables de las políticas para regular el desarrollo de esta tecnología. En la Unión Europea, la Ley de IA, recientemente adoptada, les exige a las empresas que tomen medidas de precaución en función de los riesgos asociados con los distintos casos de uso. De esta manera, el uso de la IA para la “puntuación social” se considera “inaceptable”, mientras que los filtros de correo electrónico mejorados con IA conllevan un “riesgo mínimo”.