CAMBRIDGE – El gobierno griego, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional niegan lo que los mercados perciben claramente: Grecia finalmente caerá en un incumplimiento de pago de sus deudas a sus acreedores privados y públicos. Los políticos prefieren posponer lo inevitable poniendo dinero público donde el dinero privado ya no va, porque esto les permite a los acreedores mantener la ficción de que el valor contable de los bonos griegos que tienen en su poder no tiene por qué bajar. Eso, a su vez, evita que se disparen los requerimientos de un mayor capital bancario.
CAMBRIDGE – El gobierno griego, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional niegan lo que los mercados perciben claramente: Grecia finalmente caerá en un incumplimiento de pago de sus deudas a sus acreedores privados y públicos. Los políticos prefieren posponer lo inevitable poniendo dinero público donde el dinero privado ya no va, porque esto les permite a los acreedores mantener la ficción de que el valor contable de los bonos griegos que tienen en su poder no tiene por qué bajar. Eso, a su vez, evita que se disparen los requerimientos de un mayor capital bancario.