NEW HAVEN – Está por producirse una nueva sorpresa en una ya larga lista de sorpresas de inflación negativa. En Estados Unidos, el llamado IPC básico (índice de precios al consumidor) -que excluye los alimentos y la energía- ha bajado justo cuando se suponía que iba a subir. En el trimestre que terminó en mayo, el IPC básico esencialmente no se modificó, manteniéndose apenas 1,7% por encima del nivel del año anterior. Para una economía estadounidense que, según se presume en general, se está acercando al terreno sagrado del pleno empleo, este dato surge como un despertar brusco -particularmente para la Reserva Federal, que ha retirado todos los frenos para que la inflación regrese a su meta del 2%.
NEW HAVEN – Está por producirse una nueva sorpresa en una ya larga lista de sorpresas de inflación negativa. En Estados Unidos, el llamado IPC básico (índice de precios al consumidor) -que excluye los alimentos y la energía- ha bajado justo cuando se suponía que iba a subir. En el trimestre que terminó en mayo, el IPC básico esencialmente no se modificó, manteniéndose apenas 1,7% por encima del nivel del año anterior. Para una economía estadounidense que, según se presume en general, se está acercando al terreno sagrado del pleno empleo, este dato surge como un despertar brusco -particularmente para la Reserva Federal, que ha retirado todos los frenos para que la inflación regrese a su meta del 2%.