ROMA – El importante discurso del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sobre las consecuencias de la “primavera árabe” es también un desafío para Europa. Sólo si la asociación transatlántica resulta eficaz, como lo fue para afrontar las exigencias de la Guerra Fría y el fin de la división de Europa, podrá Occidente contribuir a hacer realidad las esperanzas despertadas por los levantamientos árabes.
ROMA – El importante discurso del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sobre las consecuencias de la “primavera árabe” es también un desafío para Europa. Sólo si la asociación transatlántica resulta eficaz, como lo fue para afrontar las exigencias de la Guerra Fría y el fin de la división de Europa, podrá Occidente contribuir a hacer realidad las esperanzas despertadas por los levantamientos árabes.