El difunto Primer Ministro británico Harold Wilson solía decir en broma que "una semana es mucho tiempo en política". Por eso, en las treinta semanas, más o menos, que faltan para las próximas elecciones presidenciales francesas cualquier predicción hecha hoy podría resultar fallida y viceversa de nuevo antes de la votación, pero en las encuestas de opinión se perfilan dos candidatos como claros y constantes favoritos: Nicolas Sarkozy en la derecha y Ségolène Royal en la izquierda. En realidad, tienen más en común de lo que parece a simple vista, pues cada uno de ellos habla de una ruptura con el pasado, al tiempo que encarna una forma de continuidad.
El difunto Primer Ministro británico Harold Wilson solía decir en broma que "una semana es mucho tiempo en política". Por eso, en las treinta semanas, más o menos, que faltan para las próximas elecciones presidenciales francesas cualquier predicción hecha hoy podría resultar fallida y viceversa de nuevo antes de la votación, pero en las encuestas de opinión se perfilan dos candidatos como claros y constantes favoritos: Nicolas Sarkozy en la derecha y Ségolène Royal en la izquierda. En realidad, tienen más en común de lo que parece a simple vista, pues cada uno de ellos habla de una ruptura con el pasado, al tiempo que encarna una forma de continuidad.