CAMBRIDGE – En 2018 la política comercial de “Estados Unidos primero” del presidente Donald Trump se manifestó en su plenitud, y fue una imagen muy desagradable de contemplar. Además de aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde Europa y otros países, Trump impuso gravámenes a 250 000 millones de dólares de importaciones desde China. A fines del año había aumentado los aranceles al 12% del total de las importaciones de Estados Unidos, lo que llevó a sus socios comerciales a gravar el 8% del total de las exportaciones estadounidenses en represalia.
CAMBRIDGE – En 2018 la política comercial de “Estados Unidos primero” del presidente Donald Trump se manifestó en su plenitud, y fue una imagen muy desagradable de contemplar. Además de aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde Europa y otros países, Trump impuso gravámenes a 250 000 millones de dólares de importaciones desde China. A fines del año había aumentado los aranceles al 12% del total de las importaciones de Estados Unidos, lo que llevó a sus socios comerciales a gravar el 8% del total de las exportaciones estadounidenses en represalia.