MOSCÚ – La visión estratégica no ha sido jamás un atributo de los rusos, y 2012 ciertamente no fue la excepción. Parece que la vastedad del territorio de Rusia impidiera a sus gobernantes apreciar la necesidad de planificar para el futuro, mientras que su aparentemente infinita provisión de recursos naturales les hace creer que no hay eventualidad que el país no pueda superar.
MOSCÚ – La visión estratégica no ha sido jamás un atributo de los rusos, y 2012 ciertamente no fue la excepción. Parece que la vastedad del territorio de Rusia impidiera a sus gobernantes apreciar la necesidad de planificar para el futuro, mientras que su aparentemente infinita provisión de recursos naturales les hace creer que no hay eventualidad que el país no pueda superar.