VARSOVIA – ¡Dos hurras por el presidente estadounidense Donald Trump! Sin él, Occidente seguiría pensando que el populismo es un problema exclusivo de Europa central y oriental. Pero la presidencia de Trump demuestra a las claras el hecho de que el populismo no es meramente un producto de la presunta “inmadurez” de los países poscomunistas.
VARSOVIA – ¡Dos hurras por el presidente estadounidense Donald Trump! Sin él, Occidente seguiría pensando que el populismo es un problema exclusivo de Europa central y oriental. Pero la presidencia de Trump demuestra a las claras el hecho de que el populismo no es meramente un producto de la presunta “inmadurez” de los países poscomunistas.