BERLÍN – Los ataques terroristas del 13 de noviembre en París, que golpearon en el corazón de Francia y de Europa como un todo, han traído la amenaza terrorista que representa el Estado Islámico al primer plano de la agenda de la política exterior. En mi opinión, nuestra respuesta no puede ser cerrar las puertas con cerrojo y tapiar las ventanas. Renunciar a nuestro estilo de vida y nuestras sociedades abiertas sería ceder a las pretensiones de los terroristas.
BERLÍN – Los ataques terroristas del 13 de noviembre en París, que golpearon en el corazón de Francia y de Europa como un todo, han traído la amenaza terrorista que representa el Estado Islámico al primer plano de la agenda de la política exterior. En mi opinión, nuestra respuesta no puede ser cerrar las puertas con cerrojo y tapiar las ventanas. Renunciar a nuestro estilo de vida y nuestras sociedades abiertas sería ceder a las pretensiones de los terroristas.