CAMBRIDGE – Estamos casi dos años en un experimento no deseado sobre qué es lo que sucede cuando las fronteras nacionales se cierran en un mundo globalmente interdependiente. La respuesta incluye, entre otros que la carga permanece sin ser reclamada en los puertos, mientras que los buques portacontenedores flotan en alta mar durante semanas; los trabajadores migrantes no pueden movilizarse; y, los países ricos acumulan vacunas para su uso futuro cuando los países más pobres las necesitan de inmediato. ¿Qué hemos aprendido sobre el nacionalismo y la globalización que podemos llevar a un futuro post-pandémico (o, por lo menos, a uno post-COVID)?
CAMBRIDGE – Estamos casi dos años en un experimento no deseado sobre qué es lo que sucede cuando las fronteras nacionales se cierran en un mundo globalmente interdependiente. La respuesta incluye, entre otros que la carga permanece sin ser reclamada en los puertos, mientras que los buques portacontenedores flotan en alta mar durante semanas; los trabajadores migrantes no pueden movilizarse; y, los países ricos acumulan vacunas para su uso futuro cuando los países más pobres las necesitan de inmediato. ¿Qué hemos aprendido sobre el nacionalismo y la globalización que podemos llevar a un futuro post-pandémico (o, por lo menos, a uno post-COVID)?