NUEVA YORK – Han pasado tres años desde el estallido de la crisis del euro, y solamente un optimista empedernido diría que la peor parte ha terminado de manera definitiva. Algunos, al señalar que la recesión de doble caída de la eurozona terminó, llegan a la conclusión de que la austeridad como medicina ha funcionado. Pero, trate de decirles esto a los de los países que aún se encuentran atravesando por una depresión, con un PIB per cápita que continúa por debajo de los niveles previos al año 2008, tasas de desempleo por encima del 20%, y un desempleo juvenil superior al 50%. Al ritmo actual de “recuperación” no se puede esperar ningún tipo de retorno a la normalidad hasta bien entrada la próxima década.
NUEVA YORK – Han pasado tres años desde el estallido de la crisis del euro, y solamente un optimista empedernido diría que la peor parte ha terminado de manera definitiva. Algunos, al señalar que la recesión de doble caída de la eurozona terminó, llegan a la conclusión de que la austeridad como medicina ha funcionado. Pero, trate de decirles esto a los de los países que aún se encuentran atravesando por una depresión, con un PIB per cápita que continúa por debajo de los niveles previos al año 2008, tasas de desempleo por encima del 20%, y un desempleo juvenil superior al 50%. Al ritmo actual de “recuperación” no se puede esperar ningún tipo de retorno a la normalidad hasta bien entrada la próxima década.