NUEVA YORK – Mientras nos acercamos a un nuevo año, algo queda completamente claro: la COVID-19 no se desvanecerá, como sugirió en reiteradas ocasiones el presidente saliente de EE. UU., Donald Trump. Aunque hubo una recuperación económica sustancial desde los peores momentos durante los confinamientos iniciales en la primavera pasada, las pérdidas del PBI y el empleo en todo el mundo son suficientes para que esta sea la segunda o tercera mayor crisis en los últimos 100 años, algo que no cambia con la aprobación de las vacunas.
NUEVA YORK – Mientras nos acercamos a un nuevo año, algo queda completamente claro: la COVID-19 no se desvanecerá, como sugirió en reiteradas ocasiones el presidente saliente de EE. UU., Donald Trump. Aunque hubo una recuperación económica sustancial desde los peores momentos durante los confinamientos iniciales en la primavera pasada, las pérdidas del PBI y el empleo en todo el mundo son suficientes para que esta sea la segunda o tercera mayor crisis en los últimos 100 años, algo que no cambia con la aprobación de las vacunas.