PARÍS – El surgimiento de la pandemia de COVID-19 hizo que cada sociedad repentinamente temiera el contacto cara a cara. Se cerraron restaurantes, cafés, salas de conciertos y otras instalaciones culturales esenciales para una civilización urbana floreciente, en algunos países por más de un año, para proteger a la gente del riesgo de infección y evitar la saturación de los sistemas de salud. La vida se retiró al núcleo familiar y crecieron el estrés y la frustración.
PARÍS – El surgimiento de la pandemia de COVID-19 hizo que cada sociedad repentinamente temiera el contacto cara a cara. Se cerraron restaurantes, cafés, salas de conciertos y otras instalaciones culturales esenciales para una civilización urbana floreciente, en algunos países por más de un año, para proteger a la gente del riesgo de infección y evitar la saturación de los sistemas de salud. La vida se retiró al núcleo familiar y crecieron el estrés y la frustración.