PEKÍN – Gran parte del mundo observa al presidente chino Xi Jinping con preocupación. No solo porque ha estado reconcentrando el poder en manos del gobierno central, sino también porque muchos creen que su radical campaña anticorrupción es la fachada de una purga política. Les preocupa que Xi esté creando un culto a la personalidad muy similar al que rodeó a Mao Zedong y alimentó la Revolución Cultural.
PEKÍN – Gran parte del mundo observa al presidente chino Xi Jinping con preocupación. No solo porque ha estado reconcentrando el poder en manos del gobierno central, sino también porque muchos creen que su radical campaña anticorrupción es la fachada de una purga política. Les preocupa que Xi esté creando un culto a la personalidad muy similar al que rodeó a Mao Zedong y alimentó la Revolución Cultural.