NUEVA YORK – El contraste entre el desconcierto que reina en Occidente (exhibido abiertamente en la cumbre de la OTAN y en la reunión del G7 celebrada el mes pasado en Canadá) y la creciente autoconfianza internacional de China se vuelve más evidente día a día. El mes pasado, el Partido Comunista de China (PCC) concluyó su “Conferencia central de trabajo relacionado con asuntos exteriores”, la segunda desde que Xi Jinping se convirtió en líder indiscutido de China en 2012. Estas conferencias no son un asunto de rutina; son la expresión más clara de la visión que tiene la dirigencia china del lugar de su país en el mundo, y también cuentan al mundo mucho sobre China.
NUEVA YORK – El contraste entre el desconcierto que reina en Occidente (exhibido abiertamente en la cumbre de la OTAN y en la reunión del G7 celebrada el mes pasado en Canadá) y la creciente autoconfianza internacional de China se vuelve más evidente día a día. El mes pasado, el Partido Comunista de China (PCC) concluyó su “Conferencia central de trabajo relacionado con asuntos exteriores”, la segunda desde que Xi Jinping se convirtió en líder indiscutido de China en 2012. Estas conferencias no son un asunto de rutina; son la expresión más clara de la visión que tiene la dirigencia china del lugar de su país en el mundo, y también cuentan al mundo mucho sobre China.