NUEVA YORK – Todos los países están ansiosos por atraer inversión extranjera directa -y con buenos motivos-. La IED facilita los ingresos de capital, crea empleos, impulsa el desarrollo de capacidades y facilita las transferencias de tecnología, acelerando el crecimiento económico y permitiendo que los países receptores accedan a los mercados globales.
NUEVA YORK – Todos los países están ansiosos por atraer inversión extranjera directa -y con buenos motivos-. La IED facilita los ingresos de capital, crea empleos, impulsa el desarrollo de capacidades y facilita las transferencias de tecnología, acelerando el crecimiento económico y permitiendo que los países receptores accedan a los mercados globales.