En las últimas décadas, las políticas macroeconómicas, la globalización financiera y los cambios en las instituciones del mercado de trabajo han acentuado la desigualdad, no sólo en cuanto a ingresos y riqueza, sino también en el acceso a la educación, la atención de salud, la protección social y la participación e influencia política. Incluso al interior de los países que han experimentado un rápido crecimiento económico, un conjunto de factores, agravados por los enormes cambios demográficos, ha conspirado para generar desigualdad de conocimientos, responsabilidades sociales y oportunidades de vida desde una generación a la siguiente.
En las últimas décadas, las políticas macroeconómicas, la globalización financiera y los cambios en las instituciones del mercado de trabajo han acentuado la desigualdad, no sólo en cuanto a ingresos y riqueza, sino también en el acceso a la educación, la atención de salud, la protección social y la participación e influencia política. Incluso al interior de los países que han experimentado un rápido crecimiento económico, un conjunto de factores, agravados por los enormes cambios demográficos, ha conspirado para generar desigualdad de conocimientos, responsabilidades sociales y oportunidades de vida desde una generación a la siguiente.