OXFORD – El Banco Mundial pronto elegirá un nuevo presidente. Ahora que el mundo enfrenta una confluencia de crisis climáticas, de deuda, energéticas y de seguridad, el cambio de conducción se produce en un momento crucial para la institución. Un líder más activo podría colocar al Banco en una posición de ventaja para asistir a los países en crisis, ayudar a combatir el cambio climático y facilitar la cooperación entre Estados Unidos y China, a pesar de su creciente rivalidad. Pero, para hacerlo, el nuevo presidente debe evitar las trampas en las que han caído sus antecesores bienintencionados.
OXFORD – El Banco Mundial pronto elegirá un nuevo presidente. Ahora que el mundo enfrenta una confluencia de crisis climáticas, de deuda, energéticas y de seguridad, el cambio de conducción se produce en un momento crucial para la institución. Un líder más activo podría colocar al Banco en una posición de ventaja para asistir a los países en crisis, ayudar a combatir el cambio climático y facilitar la cooperación entre Estados Unidos y China, a pesar de su creciente rivalidad. Pero, para hacerlo, el nuevo presidente debe evitar las trampas en las que han caído sus antecesores bienintencionados.