NUEVA YORK – En marzo, Sudán del Sur recibió su primer lote de vacunas COVID-19. Si bien esta es una buena noticia, la misma se produjo casi cuatro meses después de que se administraran las primeras dosis en el Reino Unido, lo que pone de manifiesto las amplias disparidades en la distribución mundial de vacunas. Si estas diferencias no se aminoran pronto – bajo el liderazgo de organismos internacionales que se cercioren de que el despliegue de vacunas a nivel mundial sea transparente y equitativo – toda la respuesta a la pandemia se verá en dificultades.
NUEVA YORK – En marzo, Sudán del Sur recibió su primer lote de vacunas COVID-19. Si bien esta es una buena noticia, la misma se produjo casi cuatro meses después de que se administraran las primeras dosis en el Reino Unido, lo que pone de manifiesto las amplias disparidades en la distribución mundial de vacunas. Si estas diferencias no se aminoran pronto – bajo el liderazgo de organismos internacionales que se cercioren de que el despliegue de vacunas a nivel mundial sea transparente y equitativo – toda la respuesta a la pandemia se verá en dificultades.