WASHINGTON, DC – En la cumbre anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, celebrada la semana pasada en Lima (Perú), un tema que dominó las discusiones fue la desaceleración del crecimiento en las economías emergentes. Aclamadas tras la crisis financiera de 2008 como nuevos motores de la economía mundial, hoy actúan como freno al crecimiento global, y muchos piensan que la era de su veloz expansión (y su búsqueda de convergencia con los niveles de ingresos de los países avanzados) son cosa del pasado. ¿Tendrán razón los agoreros?
WASHINGTON, DC – En la cumbre anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, celebrada la semana pasada en Lima (Perú), un tema que dominó las discusiones fue la desaceleración del crecimiento en las economías emergentes. Aclamadas tras la crisis financiera de 2008 como nuevos motores de la economía mundial, hoy actúan como freno al crecimiento global, y muchos piensan que la era de su veloz expansión (y su búsqueda de convergencia con los niveles de ingresos de los países avanzados) son cosa del pasado. ¿Tendrán razón los agoreros?