CAMBRIDGE – Las crisis vienen en dos variantes: aquellas para las que no podíamos estar preparados, porque nadie las había anticipado, y aquellas para las que deberíamos haber estado preparados, porque en verdad eran esperables. El COVID-19 entra en la segunda categoría, no importa lo que diga el presidente norteamericano, Donald Trump, para eludir responsabilidades por la catástrofe que se está desarrollando. Aunque el propio coronavirus es nuevo y el momento en que se produjo el brote actual podría no haberse previsto, los expertos reconocían que una pandemia de este tipo era probable.
CAMBRIDGE – Las crisis vienen en dos variantes: aquellas para las que no podíamos estar preparados, porque nadie las había anticipado, y aquellas para las que deberíamos haber estado preparados, porque en verdad eran esperables. El COVID-19 entra en la segunda categoría, no importa lo que diga el presidente norteamericano, Donald Trump, para eludir responsabilidades por la catástrofe que se está desarrollando. Aunque el propio coronavirus es nuevo y el momento en que se produjo el brote actual podría no haberse previsto, los expertos reconocían que una pandemia de este tipo era probable.