BRUSELAS – El plan de recuperación post-pandemia de la Unión Europea representa una oportunidad histórica –así como un riesgo importante-. Después de negociaciones intensas, la UE acordó emitir deuda conjunta –por primera vez en la historia- para financiar el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, un fondo común que ofrecerá subsidios y préstamos a los estados miembro de la UE para enverdecer la economía, digitalizar nuestras administraciones públicas y reformar las economías rezagadas del bloque. Pero, a pesar de todos los elogios que merece el nuevo fondo, su éxito se juzgará según su resultado.
BRUSELAS – El plan de recuperación post-pandemia de la Unión Europea representa una oportunidad histórica –así como un riesgo importante-. Después de negociaciones intensas, la UE acordó emitir deuda conjunta –por primera vez en la historia- para financiar el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, un fondo común que ofrecerá subsidios y préstamos a los estados miembro de la UE para enverdecer la economía, digitalizar nuestras administraciones públicas y reformar las economías rezagadas del bloque. Pero, a pesar de todos los elogios que merece el nuevo fondo, su éxito se juzgará según su resultado.