Cuando el Comité Olímpico Internacional adjudicó a Beijing los Juegos de Verano de 2008 en julio de 2001, el anuncio desató celebraciones eufóricas en todo el país. El Partido Comunista Chino esperaba usar los Juegos para exhibir el surgimiento del país como una nación dinámica y moderna. Pero cuando los líderes de China empiecen con los preparativos finales para los Juegos el próximo agosto, tal vez se pregunten si ser sede de este evento fue una idea tan buena después de todo. Tienen razones importantes para estar en duda.
Cuando el Comité Olímpico Internacional adjudicó a Beijing los Juegos de Verano de 2008 en julio de 2001, el anuncio desató celebraciones eufóricas en todo el país. El Partido Comunista Chino esperaba usar los Juegos para exhibir el surgimiento del país como una nación dinámica y moderna. Pero cuando los líderes de China empiecen con los preparativos finales para los Juegos el próximo agosto, tal vez se pregunten si ser sede de este evento fue una idea tan buena después de todo. Tienen razones importantes para estar en duda.