LONDRES – Cuando los votantes del Reino Unido vayan a las urnas el 23 de junio para decidir si su país debe abandonar o no la Unión Europea, entre las cuestiones con las que tendrán que lidiar están el impacto de su decisión en el desempleo, los flujos comerciales y la estabilidad de los mercados financieros. Pero existen otras consideraciones menos cuantificables que también deben ser ponderadas al hacer un balance.
LONDRES – Cuando los votantes del Reino Unido vayan a las urnas el 23 de junio para decidir si su país debe abandonar o no la Unión Europea, entre las cuestiones con las que tendrán que lidiar están el impacto de su decisión en el desempleo, los flujos comerciales y la estabilidad de los mercados financieros. Pero existen otras consideraciones menos cuantificables que también deben ser ponderadas al hacer un balance.