CAMBRIDGE – Mientras seguimos la evolución de la crisis griega, es importante comprender que el éxito de los programas de ajuste estructural requiere un fuerte compromiso del país implicado. Aun si se superan los obstáculos más recientes, será difícil confiar en que se implementen reformas si el pueblo griego no está convencido (como es evidente que sucedió hasta ahora). Y sin ellas, difícilmente habrá estabilidad y crecimiento sostenidos para la economía griega; especialmente porque los acreedores no están dispuestos a seguir prestando a una Grecia sin reformas mucho más dinero del que se le pide pagar. (Como ocurrió durante la mayor parte de la crisis, aunque uno nunca se enterará de esto por la prensa mundial.)
CAMBRIDGE – Mientras seguimos la evolución de la crisis griega, es importante comprender que el éxito de los programas de ajuste estructural requiere un fuerte compromiso del país implicado. Aun si se superan los obstáculos más recientes, será difícil confiar en que se implementen reformas si el pueblo griego no está convencido (como es evidente que sucedió hasta ahora). Y sin ellas, difícilmente habrá estabilidad y crecimiento sostenidos para la economía griega; especialmente porque los acreedores no están dispuestos a seguir prestando a una Grecia sin reformas mucho más dinero del que se le pide pagar. (Como ocurrió durante la mayor parte de la crisis, aunque uno nunca se enterará de esto por la prensa mundial.)