BRUSELAS – La elección de Joe Biden como próximo presidente de los Estados Unidos ha suscitado esperanzas en Europa de que la relación transatlántica vuelva a encarrilarse. Pero no hemos de contentarnos con una simple vuelta al pasado. Frente a tantos desafíos nacionales e internacionales, los Estados Unidos solo valorarán la relación transatlántica en la medida en que aporte un valor real. Y una Europa más fuerte, que asuma más responsabilidades globales, puede garantizar que así sea.
BRUSELAS – La elección de Joe Biden como próximo presidente de los Estados Unidos ha suscitado esperanzas en Europa de que la relación transatlántica vuelva a encarrilarse. Pero no hemos de contentarnos con una simple vuelta al pasado. Frente a tantos desafíos nacionales e internacionales, los Estados Unidos solo valorarán la relación transatlántica en la medida en que aporte un valor real. Y una Europa más fuerte, que asuma más responsabilidades globales, puede garantizar que así sea.