La política de la competencia es el mayor éxito de la Unión Europea. La razón es sencilla: se ha privado a las naciones particulares de la jurisdicción para adoptar decisiones relativas a ese sector, por lo que resulta más difícil influir en ellas. El resultado es que muchos grupos de interés que se oponen al aumento de la competencia o que luchan para proteger la ayuda estatal han quedado enormemente debilitados. Pero, ¿no habrá ido demasiado lejos la lucha contra los monopolios?
La política de la competencia es el mayor éxito de la Unión Europea. La razón es sencilla: se ha privado a las naciones particulares de la jurisdicción para adoptar decisiones relativas a ese sector, por lo que resulta más difícil influir en ellas. El resultado es que muchos grupos de interés que se oponen al aumento de la competencia o que luchan para proteger la ayuda estatal han quedado enormemente debilitados. Pero, ¿no habrá ido demasiado lejos la lucha contra los monopolios?