CAMBRIDGE – Recientemente examiné el problema del cortoplacismo corporativo desde dos perspectivas infrecuentes. Una es que un poco de cortoplacismo resulta sensato. Las grandes empresas enfrentan un entorno económico, tecnológico y político cada vez más fluido debido al aumento de la globalización y la acentuación de la competencia en los mercados, el mayor potencial del cambio tecnológico para alterar el entorno de negocios de las empresas y la creciente influencia gubernamental sobre lo correcto en los negocios. En este entorno fluido, las grandes empresas deben ser cautelosas antes de realizar grandes compromisos de largo plazo.
CAMBRIDGE – Recientemente examiné el problema del cortoplacismo corporativo desde dos perspectivas infrecuentes. Una es que un poco de cortoplacismo resulta sensato. Las grandes empresas enfrentan un entorno económico, tecnológico y político cada vez más fluido debido al aumento de la globalización y la acentuación de la competencia en los mercados, el mayor potencial del cambio tecnológico para alterar el entorno de negocios de las empresas y la creciente influencia gubernamental sobre lo correcto en los negocios. En este entorno fluido, las grandes empresas deben ser cautelosas antes de realizar grandes compromisos de largo plazo.