La lista de amenazas urgentes que afronta la Humanidad es tan larga, que resulta deprimente. El sida, el hambre, los conflictos armados y el calentamiento del planeta compiten para atraer la atención, junto con el fracaso de los gobiernos, el paludismo y el último desastre natural. Aunque nuestra compasión es grande, nuestros recursos son limitados. Así, pues, ¿a quién se debe ayudar en primer lugar?
La lista de amenazas urgentes que afronta la Humanidad es tan larga, que resulta deprimente. El sida, el hambre, los conflictos armados y el calentamiento del planeta compiten para atraer la atención, junto con el fracaso de los gobiernos, el paludismo y el último desastre natural. Aunque nuestra compasión es grande, nuestros recursos son limitados. Así, pues, ¿a quién se debe ayudar en primer lugar?