PRINCETON – Ahora que la crisis económica parece menos amenazadora (al menos por el momento), y los pronosticadores están detectando "retoños verdes" de recuperación, se está desplegando un juego de culpas cada vez más abarcador. La crisis financiera ofrece una oportunidad aparentemente infinita de desenmascarar el engaño, la mala conducta y la corrupción. Pero no estamos seguros de a quién y qué debemos desenmascarar.
PRINCETON – Ahora que la crisis económica parece menos amenazadora (al menos por el momento), y los pronosticadores están detectando "retoños verdes" de recuperación, se está desplegando un juego de culpas cada vez más abarcador. La crisis financiera ofrece una oportunidad aparentemente infinita de desenmascarar el engaño, la mala conducta y la corrupción. Pero no estamos seguros de a quién y qué debemos desenmascarar.