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Cuando los yanquis se van a casa

ISLAMABAD – Las relaciones entre los Estados Unidos y Pakistán continúan deteriorándose desde que un comando de fuerzas especiales estadounidense mató a Osama bin Laden en una cómoda casa cerca de una importante academia militar pakistaní. Sin embargo, las represalias de ojo por ojo después de la incursión reflejan fuentes más profundas de desconfianza mutua. El problema más reciente se ha centrado en las supuestas actividades de la poderosa agencia de inteligencia militar pakistaní, la Inter-Services Intelligence (ISI), en los Estados Unidos. A la ISI se le acusa de vigilar la diáspora pakistaní y de financiar cabilderos sin registro para modificar la opinión del Congreso.

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